Campañas electorales: el país ya vomita las promesas
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
La subcultura de las promesas políticas, monopolizada por un minúsculo pero multimillonario grupo de individuos geniales para la actuación cinematográfica, tiene al país hasta la coronilla (vulgo, ¡hasta la madre!).
Comencemos con las abiertas campañas presidenciales, que sin mayor problema podemos asegurar –jurando sobre la Biblia—volverán a las andadas de siempre.
O sea, a repetir (hasta la histeria) la misma monserga tan impertinente en donde cerca de 100 millones de mexicanas y mexicanos imploran al cielo el milagro de la sobrevivencia: que no les caiga alguna enfermedad incurable, que sus casas no queden bajo las ruinas, y que medio coman y algo les quede para unos litros de gasolina.
¿Cuál será el sentido de la política (que el pueblo no ha logrado descifrar) hasta el límite de que nada se cumple y donde esa élite insiste que esos millones de estómagos se llenen de sus promesas, pero nunca de comida?
Esperemos que tanto las “corcholatas” del presidente Andrés Manuel López Obrador (Marcelo, Sheinbaum, Adán Augusto) como los “inmaculados” conservadores de Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto (que en apenas cuatro años de la 4T “olvidaron” la desgracia de país que dejaron en los últimos 110 años) comprendan que las promesas redentoras que le quieren vender a la gente ya todo el país las vomita.
Que ellos ni juntos son Jesucristo, que no pueden obrar milagros y que la escasez de alimentos como de medicamentos, debe ser el proyecto prioritario del PAN, del PRI, del PRD, del PVEM, del MC, del PT y de MORENA.
CÁRCEL PARA CALDERÓN Y AUTODESTRUCCIÓN DEL PAN
Luego entonces para acabar de fastidiarnos la vida, todo México estará contemplando sendas campañas de odio iniciando con la selección de los candidatos de cada partido.
Por el PRI, PAN y PRD (PRIAN) las cosas no serán sencillas, partiendo de que hacia el 2024 (sin importar que este 2023 en el Estado de México y Coahuila los candidatos sean del tricolor, según acuerdo con los blanquiazules) la primera interrogante es saber de qué figuras de renombre nacional disponen en el PAN, que llevará mano para lanzar al candidato presidencial.
Algunos dicen que Santiago Creel y otros hablan de ciertos ex gobernadores cuyo tufo a amoníaco es insoportable, sin considerar que esa escasez de decencia y los zafarranchos internos podrían mandar todo al demonio.
Más las consecuencias del “Juicio del Siglo” contra Genaro García Luna, donde los embarrados (aquí ya lo he dicho) serán tantos que los riesgos de que el PAN entre a un franco proceso de autodestrucción serán inevitables.
Imaginemos que la Fiscalía General de la República, a pesar del cáncer de páncreas que sufre don Alejandro Gertz, pida y obtenga una orden de aprehensión contra el ex presidente Felipe Calderón, y que paralelamente la justicia norteamericana haga lo propio; resultado:
Se volverían polvo los ideales democráticos, con los que intentan apantallar al pueblo.
Un golpe de esa magnitud contra la impunidad nivelaría, sin embargo, el balance de resultados públicos con los que sinceramente ha batallado López Obrador, pues vista la captura contra un ex presidente de la república y diversos cómplices, la diferencia con otros sexenios sería categórica.
Se rompería el esquema hipócrita de impunidad que al menos ya dejó de funcionar en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Guatemala, El Salvador y Paraguay.
Y al romperse ese esquema ahuyentaríamos de inmediato al “Homo Demens”, y estaría de regreso el “Homo Sapiens”; la capacidad de destrucción propia por la inteligencia de reconstruir una nación al borde del abismo.
GOBERNADOR RECONOCE A AIMÉ CASTILLO PASTOR
Este martes el gobernador Américo Villarreal Anaya puso en claro que una de las áreas del Gobierno de Tamaulipas donde se siente muy contento y complacido es la Secretaría de Educación a cargo de Lucía Aimé Castillo Pastor. Consideró que en esa dependencia se han realizado grandes logros, convenios y beneficios en favor de los maestros.
¡Feliz miércoles!
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