Por: CARLOS SANTOS L.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Hay gobiernos que dan pena ajena cuando la sociedad civil, las organizaciones y el espíritu solidario y subsidiario de la población, los rebasan y demuestran que cuando hay voluntad, las necesidades de grupos vulnerables pueden ser cubiertas.
Esto ocurre con mucha frecuencia, en el municipio de Nuevo Laredo, -la aduana comercial más importante de Latinoamérica- cuya cacareada política humanista de Carmen Lilia Canturosas, la presidenta municipal, es sólo de papel, de frases para alimentar sus discursos y para textos de propaganda en sus redes sociales.
Bastó el llamado del Club de Periodistas Bravos de Nuevo Laredo, para que algunos empresarios y ciudadanos, unieran esfuerzos y en tres días reunieran materiales de construcción y mano de obra, para empezar a levantar las paredes de una pequeña escuela en la colonia Praderas del Mezquital, aledaña a Los Artistas.
El pasado lunes, al dar inicio oficial al nuevo ciclo escolar, 47 niños de ese sector acudieron a clases aglutinados entre dos paredes y una lona como techo, para protegerlos de las inclemencias del clima.
Los padres de familia y el profesor Efraín de la Cruz Manuel, reiteradas veces acudieron ante las autoridades municipales para que les apoyaran. La respuesta de Carmen Lilia Canturosas, siempre fue la misma: “No nos corresponde”.
Es un personaje que se caracteriza por su incongruencia. Dice una cosa, pero hace otra, de tal modo que tiene una taza de medida diferente para cada grupo de la sociedad y con frecuencia -o por sistema- en todas sus acciones deja desprotegidos a los más necesitados y vulnerables.
Por fortuna, la llamada de apoyo de los padres de familia del profesor y sus alumnos, hizo eco en el referido club de periodistas y a través de las redes sociales se echaron a cuestas convocar al compromiso ciudadano.
La respuesta fue increíble, rebasando de nueva cuenta la postura oficial de Carmen Lilia Canturosas, la población puso “manos a la obra”.
Aún cuando las comparaciones son odiosas, en anteriores administraciones se estructuraron programas de apoyo que favorecieron a todas las escuelas, no sólo primarias, sino jardínes de niños, secundarias y preparatorias, pese a no corresponderles.
Todas fueron favorecidas en su infraestructura y recibieron equipamiento para permitir una mejor estancia de alumnos y profesores. Pero ahora, la actual administración canceló ese tipo de programas.
Es evidente la falta de congruencia política y el poco interés de la administración municipal por los grupos poblacionales más necesitados.
Pero por fortuna, en Nuevo Laredo, la sociedad es muestra de vitalidad y compromiso, con o a pesar de la presidenta municipal.