Yo también sería presidenciable
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Claro que no es una rareza que una gran parte de la “clase política” tamaulipeca, estilo Juan Carlos Zertuche, dirigente estatal de Movimiento Ciudadano (MC), como el chilango Marko Cortés del PAN, ya estén de tiempo completo metidos en la farándula, a costillas de la ciudadanía.
El primero llamando a legislar para “evitar” elecciones extraordinarias a la manera del “JR” José Ramón Gómez Leal, de Manuel Muñoz Cano y de Imelda Sanmiguel, cuyas campañas, de escasos comentarios en la opinión pública, describen a un microcosmos político ya no sólo al margen de referencias trascendentes sino de planteamientos de verdadero impacto social.
Y el segundo, merodeador de la entidad, afirmando que el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca se encuentra entre la baraja de aspirantes a la candidatura por la Presidencia de la República.
Tenemos entonces a un amplio sector de la costosísima clase política dedicada al ocio, del más absurdo pero también del más opresivo, proponiendo “legislaciones” que a nadie le importan en estos momentos, y candidateando presidenciables que hasta ellos mismos saben jamás serán dignos de semejante distinción política.
En suma: se trata de una clase política que sin decirlo y reconocerlo ha generado una ruptura fatal (así de grave) con las más urgentes demandas de la sociedad.
Y si a esas vamos yo también sería presidenciable (¡faltaba más!) pues reúno todos los requisitos legales y políticos (excepto el dinero, claro), y tengo la sensibilidad social para postularme, sin ser proclive a las declaraciones que van de lo inútil hasta las idiotas y temerarias, y a ruedas de prensa cuyas “noticias” son vaguedades que buscan la nota de los medios a fin de justificar una cercanía que no tienen con el pueblo.
¿SÓLO IRÁ A PRISIÓN GENARO GARCÍA LUNA?
Este tema tiene que seguir siendo abordado, a pesar de ser visto como un tabú entre tantísima gente, lo que resulta inexplicable con los resultados que por muchos años hemos tenido de diversos gobiernos, apostándole estos a la mala memoria de la gente o al cansancio que provoca el saber que siendo humanos nunca podremos enfrentar a “dioses poderosos”, aunque estos sean solamente sujetos de carne y hueso.
No sería pues la estupidez de las masas sino las malísimas experiencias de que ya son muchos los gobernadores, secretarios de gabinete estatal, alcaldes, rectores, funcionarios federales, y un largo etcétera cuyos actos confirman que llegaron a los puestos a robar como en despoblado y lo de gobernar fue como le envoltura del regalo a la caja de Pandora.
Por eso vemos tantas y horribles cicatrices urbanas y millones de víctimas expiatorias (el pueblo) que en suma coinciden con lo que recientemente declaró el comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Francisco Javier Acuña Llamas, denunciando que “el poder público se ha oscurecido”.
Entrevistado por el periodista Rogelio Rodríguez Mendoza, el comisionado del INAI también recordó que el poder público ya era oscuro, y que nunca ha sido diáfano.
Surge la pregunta de si ese poder público tan ladino y corrupto que nos vendió el escándalo de Genaro García Luna, haya provocado una cortina de humo gigantesca, dejando libres e impunes a una legión de “Garcías Lunas”.
Yo me pregunto dónde están todos aquellos que adquirieron en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari empresas como Telmex, Ferrocarriles y los Canales 7 y 13 de Imevisión (hoy Tv Azteca), por citar unas cuantas. ¿Dónde están?, todas y todos lo sabemos; pero nadie les ha pedido cuentas ni mucho menos los ha llevado a juicio por el robo criminal perpetrado al pueblo de México, ya que de entrada alegarían prescripciones, según los abogados.
CORRUPCIÓN NIVEL “FIN DEL MUNDO”
Por eso el pueblo tamaulipeco no debe dejar de apoyar los proyectos de inversión, desarrollo y justicia que tiene en su agenda el gobernador Américo Villarreal Anaya, y los esfuerzos de los presidentes municipales (no todos, desde luego) que sitúan a sus gobiernos en una nueva perspectiva, distante de las farándulas y holgazanerías, pero más de una corrupción nivel “Fin del Mundo”. Ahí tenemos el caso de los alcaldes Eduardo Gattás y Chucho Nader (Morena y PAN), cuyos desempeños ya han inaugurado un nuevo nivel de confianza, con todo y que les dejaron en sus respectivos tiempos unas herencias malditas.
¡Excelente inicio de semana!
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